Estrenamos una sección de entrevistas. Será un espacio en el que daremos voz a profesionales de diferentes campos que están relacionados con niños con autismo. La primera entrevista es con Doris Díaz, Licenciada en Educación por la Universidad Central de Venezuela, Diplomada en Psicopedagogía y adaptación curricular, y una gran experta en Mapas Mentales como herramienta Metacognitiva y especializada en Terapia TEA. Nos explicará una herramienta con un gran potencial para el aprendizaje de nuestros niños TEA: los mapas mentales.
¿Qué la motivó a especializarse en Educación Especial, y cuál ha sido su trayectoria hasta ahora?
Yo primero estudié licenciatura en Educación. En Venezuela, dentro de la licenciatura en Educación, estudiamos entre otras materias biopsicología y psicopedagogía. Todas esas materias son bastante importantes para la Educación especial.
Pero en mi recorrido por la educación pública, en la que llevo más de 17 años, siempre note que habían niños con necesidades educativas especiales sin diagnóstico, porque la mayoría de los niños que ingresan al sistema educativo público no tienen la posibilidad de pagar un psicólogo, un psicopedagogo y menos un neuro pediatra, que les pueden dar un diagnóstico con el que nosotros podamos hacer alguna adecuación.
En vista de este tiempo que yo llevo dando clase y notando que existe la necesidad de que el docente esté preparado, es lo que me lleva a mí, después de terminar mis licenciaturas en educación, ir formando en lo que es la especialidad de educación especial,
como lo son, yo tengo diplomado en psicopedagogía, diplomada en adaptaciones curriculares, talleres de autismo, y he ido a charlas conferencias que hablen del tema de la inclusión y de las necesidades educativas especiales.
¿Cuáles han sido sus principales aprendizajes trabajando en este campo?
A lo largo de mi experiencia, he aprendido que la inclusión educativa no debe ser rígida. La educación inclusiva tiene que ser flexible, porque cada niño tiene su propio proceso de aprendizaje. Aunque muchos programas educativos siguen un orden fijo de pasos, como A, B y C, el proceso de cada niño puede ser diferente, por ejemplo, B, A y C, y aun así pueden llegar a los mismos resultados. Esta flexibilidad beneficia tanto a los estudiantes como a los docentes, ya que facilita el aprendizaje y la enseñanza. La clave está en adaptarse a las necesidades individuales de los niños dentro de los espacios educativos.
¿Cuáles son los principales retos que enfrentan los estudiantes con autismo en el sistema educativo?
El principal reto es que todavía estamos en proceso de comprender mejor el autismo y cómo tratarlo de manera adecuada. La mayoría de los espacios educativos no están preparados para atender a niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Solo una parte de los docentes está especializada en este campo, y muchos espacios educativos no cuentan con el apoyo de psicólogos u orientadores que puedan guiar a los estudiantes en conjunto con los docentes. Si bien en algunos espacios privados hay más apoyo, no todos los niños tienen acceso a este tipo de educación.
¿Qué estrategias o herramientas considera más efectivas para mejorar su experiencia en el aula?
Las estrategias visuales son muy efectivas. Los niños, especialmente en los primeros años de primaria, responden bien a pictogramas y recursos visuales. Personalmente, explico mis clases utilizando más imágenes que texto. Al combinar palabras clave con imágenes, se facilita la comprensión del contenido y se reduce la ansiedad, porque no sobrecargamos a los estudiantes con largos párrafos o grandes cantidades de texto. Una herramienta especialmente útil en este sentido son los mapas mentales.
¿Podría explicarnos en qué consisten los mapas mentales y cómo es una herramienta adecuada para los niños con autismo?
Los mapas mentales son una herramienta de organización gráfica que conecta ideas de manera visual. Son únicos porque permiten trabajar ambos hemisferios cerebrales: el derecho, que está relacionado con lo artístico, y el izquierdo, que está vinculado con lo intelectual. Los niños con autismo, como los neurotípicos, pueden asociar palabras clave con imágenes y colores, lo que facilita su comprensión. Aunque algunos niños con autismo no mantengan contacto visual, están escuchando atentamente la clase y procesando la información a través de imágenes. Estas imágenes ayudan a activar lo que se llama pensamiento radiante, un proceso que conecta colores, sensaciones y palabras en el cerebro, lo que facilita el aprendizaje. Por ejemplo, si estamos hablando de una piña, los niños asocian la palabra con la imagen, el color, la textura y el sabor, creando una representación mental rica y detallada del tema.
¿Qué elementos son esenciales en un mapa mental efectivo para niños con discapacidad? ¿Utiliza símbolos, colores, o algún otro recurso visual?
Los elementos clave en un mapa mental son las imágenes. Como dijo Tony Buzan, “una imagen vale más que mil palabras”. En los mapas mentales, las imágenes reemplazan a los conectores y las palabras largas, y se utilizan para representar conceptos clave. Si un niño olvida una palabra clave, puede recurrir a una imagen que signifique lo mismo. Además, las imágenes se combinan con colores para crear asociaciones, lo que facilita la conexión entre conceptos.
Los mapas mentales no necesitan conectores verbales complejos, porque su estructura visual ya refleja cómo el niño ha entendido el tema. Este enfoque permite evaluar el conocimiento de manera válida, ya que el niño ha representado lo que ha comprendido, incluso sin palabras completas o frases conectadas. Los mapas mentales se pueden aplicar en todas las asignaturas, desde matemáticas hasta idiomas, y reflejan cómo el niño ha percibido el tema.
¿Cómo logran los niños desarrollar mapas mentales completos con esta metodología? ¿Qué tipo de apoyo o estímulo les da durante el proceso?
El apoyo visual es fundamental. Los niños con autismo, especialmente en sus primeros años de aprendizaje, son muy visuales. Desde pequeños, están acostumbrados a trabajar con pictogramas y gráficos, lo que facilita su aprendizaje mediante imágenes. Al comenzar a crear un mapa mental, los niños asocian imágenes con palabras clave y colores, lo que activa su memoria visual y les ayuda a construir una comprensión más profunda del contenido.
Para apoyar este proceso, es importante explicar los temas de manera visual, equilibrando imágenes y texto. Esto permite que los niños asocien las imágenes con las palabras clave y estructuren el mapa mental de forma más efectiva.
¿Puede compartir algún ejemplo en el que un estudiante haya alcanzado un avance significativo en la comprensión de un tema gracias a los mapas mentales?
Sí, un ejemplo reciente es el de un estudiante llamado Jesús. Antes de usar los mapas mentales, le costaba entender un texto, pero al enseñarle a extraer las palabras clave y asociarlas con imágenes, logró construir un mapa mental sobre la fauna. Utilizamos imágenes referenciales del tema, como el tigre y la tierra, y él pudo conectar esas palabras clave con las imágenes correspondientes. Gracias a este enfoque visual, pudo comprender mejor el contenido del libro y logró hacer una representación clara del tema. El uso de imágenes y colores ayudó a que Jesús asociara la información de manera efectiva y visual, mejorando significativamente su comprensión.
¿Considera que esta metodología les aporta habilidades útiles fuera del aula, como en su vida cotidiana o en su manera de comunicarse con otros?
El mapa mental es una herramienta útil tanto en espacios educativos como fuera de ellos. En el hogar, por ejemplo, se puede usar como planificador semanal o para enseñar a los niños cómo organizar su cuarto o incluso cómo preparar un sándwich. Aunque estas tareas puedan parecer simples para algunos, para otros niños pueden ser un desafío, y un mapa mental ayuda a desglosarlas de manera clara y comprensible.
Al crear un mapa mental, los niños aprenden a identificar las raíces y las funciones de cada una. Por ejemplo, si queremos enseñarles a hacer la cama, podemos colocar un dibujo de la cama como la raíz principal, y luego agregar ramas con las instrucciones, como “ordenar la almohada” o “ordenar las sábanas”. También podemos incluir otras tareas relacionadas, como “ordenar los zapatos”, para abarcar todo lo necesario para mantener su cuarto en orden.
Así, los mapas mentales son una herramienta versátil que puede aplicarse a muchas áreas de la vida diaria, ayudando a los niños a organizarse y comprender mejor sus actividades cotidianas.
¿Qué consejo le daría a otros docentes o padres interesados en utilizar mapas mentales para apoyar a niños con discapacidad?
Mi consejo para los docentes es que exploren más a fondo las ventajas de los mapas mentales como herramienta metacognitiva. Los mapas mentales son poderosos porque trabajan ambos hemisferios cerebrales e interconectan ideas, lo que facilita el aprendizaje. A través de un pensamiento radiante, los estudiantes pueden organizar y expresar lo que entienden de una clase, incluso si no se comunican verbalmente. Esto es especialmente útil para aquellos niños que no fijan la mirada, ya que pueden escuchar y representar lo aprendido mediante un mapa mental.
El mapa mental refleja lo que el estudiante comprende de un tema en un momento dado, y no se limita a preguntas básicas o definiciones. Es una forma dinámica de evaluar la comprensión de un tema y de mostrar cómo el estudiante conecta las ideas. Esta herramienta es muy efectiva tanto para niños neurodiversos como neurotípicos, y se puede utilizar para exponer, evaluar y expresar conceptos, además de proporcionar un valioso apoyo visual en las clases.
He implementado mapas mentales durante mucho tiempo con diferentes grupos de estudiantes, incluidos jóvenes y adolescentes, y puedo decir que son una herramienta excelente para facilitar el aprendizaje y la expresión.
