¿Cómo decirle a tu hijo que tiene autismo?

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¿Cómo decirle a tu hijo que tiene autismo? Esta es una de las grandes preguntas que, como padres, nos planteamos. Personalmente sé que para mi hijo todavía no está en ese momento. Está en un proceso en que empieza a desarrollar las demandas comunicativas y a día de hoy está lejos de que llegue ese momento tan complicado. Estoy hablando del momento en que me pueda hacer alguna pregunta como: “Papá, ¿por qué me siento diferente del resto?” o “¿Por qué no me gustan las mismas cosas que mi prima? O alguna cuestión de índole similar.

En ese momento, como padres, debemos afrontar esa situación de la mejor forma. Y no es fácil.

Hablar con un niño o adolescente sobre su autismo puede ser un proceso lleno de dudas para la mayoría de padres. ¿Es realmente necesario decírselo? ¿Cómo y cuándo es el mejor momento para tener esta conversación? Cada niño es único y tiene su propio desarrollo, pero hay ciertos factores clave que pueden ayudarte a dar este paso de manera positiva y constructiva.

¿Cuándo es el mejor momento para hablar?

Para poder contestar a esta pregunta, me sirvió de inspiración y de ayuda las palabras de Luke Beardon en su libro El Autismo en la Infancia, en el que explica que hay tres condiciones fundamentales que deberían cumplirse antes de abordar la conversación sobre el autismo con tu hijo:

  1. Capacidad de comunicación: Tu hijo debe tener las habilidades necesarias para entender y procesar lo que le estás diciendo. No se trata solo de que pueda hablar o escuchar, sino de que pueda comprender el mensaje en sí. En este sentido, hemos publicado una pequeña guía en la que se dan algunos [consejos para mejorar la comunicación]
  2. Capacidad conceptual: Es fundamental que tu hijo haya desarrollado la habilidad de comprender conceptos abstractos como “diferencia” y “minoría”. A menudo, los padres pueden dar por sentado que sus hijos comprenden estos términos tal como ellos, pero para un niño con autismo, estos conceptos pueden necesitar un enfoque más estructurado y adaptado.
  3. Motivación: Tu hijo debe estar mínimamente interesado en conocer más sobre sí mismo. A veces, este interés surge naturalmente cuando empiezan a notar diferencias con sus compañeros o se preguntan por qué ciertas cosas son más fáciles o más difíciles para ellos.

En otras palabras, no todos los niños o adolescentes con TEA van a tener o van a estar en las condiciones necesarias para abordar este tema. Y esto no debe ser negativo, ni para el niño ni para los familiares.

Preparar el terreno: juegos que enseñan diferencias

Un aspecto clave de esta conversación es evitar que el niño vea su autismo como algo negativo. Beardon sugiere que los padres trabajen estos conceptos de manera cotidiana, utilizando ejemplos accesibles y adaptados a los intereses del niño. Un ejemplo sencillo podría ser a través del juego, utilizando figuras de animales, como elefantes y jirafas, para representar diferencias sin connotaciones negativas:

  • : “Mira, hay muchos elefantes en este zoológico, ¿verdad?”
  • Él: “Sí, los he contado y hay muchos.”
  • : “Pero solo hemos visto una jirafa, ¿te das cuenta de que son diferentes?”
  • Él: “Sí, claro.”
  • : “¿Te gustan menos las jirafas solo porque hay menos que elefantes?”
  • Él: “No, claro que no.”
  • : “Exactamente. Ser diferente o estar en minoría no hace que algo o alguien sea menos valioso.”

Este tipo de dinámicas ayuda a reforzar el concepto de que ser diferente no es algo malo, sino simplemente una característica más de la diversidad humana.

El momento de la verdad: la primera impresión cuenta

Un aspecto clave para Beardon y que destaca varias veces es la importancia de la primera impresión que el niño tenga sobre el hecho de ser autista. Presentar el autismo como una parte valiosa de su identidad, en lugar de algo que debe “superar”, puede influir positivamente en cómo se percibe a sí mismo en el futuro. Puedes relacionar esta conversación con algo que le apasione a tu hijo. Por ejemplo, si le gusta mucho los animales, podrías contarle sobre personas autistas que han destacado en el estudio o el trabajo con animales.

Este enfoque no solo hará la charla más comprensible y amena, sino que también ofrecerá una visión positiva de su identidad autista. No te vamos a engañar, saber cómo decirle a tu hijo que tiene autismo no es una situación fácil pero afrontarlo con la preparación adecuada hará más fácil y exitosa esta conversación.

En este contexto, cada vez hay más casos conocidos de personas autistas que han brillado en diferentes disciplinas profesionales o académicas. Y estos ejemplos pueden reforzar al niño en una situación tan delicada como esta.

Pero, ¿y si no quiere saberlo?

Es posible que tu hijo no muestre interés en saber sobre su autismo en ciertos momentos. No hay prisa. La motivación puede surgir más adelante, y está bien esperar hasta que llegue el momento adecuado. Lo más importante es que cuando llegue ese momento, estés preparado para ofrecerle una explicación clara, empática y libre de juicios.

Conclusión

Saber cómo decirle a tu hijo que tiene autismo puede parecer un reto, pero con las herramientas adecuadas, puedes hacer que sea una experiencia positiva y constructiva. Recuerda que esta charla no es algo que deba apresurarse, y que la forma en que presentes el autismo marcará la diferencia en cómo tu hijo lo entienda y lo acepte como parte de su identidad.

Os dejo la ficha del libro y un enlace dónde podéis conseguirlo.

Ficha del libro:

  • Título: El Autismo en la Infancia
  • Autor: Luke Beardon
  • Editorial: Editorial Alianza
  • Año de publicación: 2018
  • ISBN: 9788420688743

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