¿Qué es un kit sensorial?
Un kit sensorial es un conjunto de objetos y juguetes especialmente seleccionados para estimular o regular los sentidos de niños neurodivergentes. Está pensado para responder a necesidades específicas como la hipersensibilidad, la búsqueda de estímulos o la autorregulación emocional.
Los kits sensoriales pueden ser muy diferentes entre sí: algunos se centran en la estimulación táctil, otros en la visual o la auditiva. Lo más importante es que estén adaptados a cada niño y a sus intereses y necesidades sensoriales.
¿Por qué es útil un kit sensorial para niños con autismo?
Muchos niños con autismo procesan los estímulos del entorno de forma diferente. Un sonido, una textura o una luz que pasa desapercibida para otros, puede ser molesta o incluso dolorosa para ellos. O al revés: pueden necesitar estímulos constantes para sentirse cómodos.
El kit sensorial les ofrece una herramienta para autorregularse. En casa, en el colegio, en el coche, en una sala de espera… Tener a mano ciertos objetos puede ayudar a prevenir una crisis, canalizar la ansiedad o simplemente proporcionarles calma.
“Desde que Andrés lleva su pequeño kit en la mochila, hemos notado una gran diferencia en cómo gestiona momentos de estrés o sobrecarga sensorial.”
¿Qué debe incluir un buen kit sensorial?
No hay una lista cerrada. Cada niño responde de manera única. Pero estos son algunos elementos habituales que puedes adaptar según la edad y perfil sensorial:
- Juguetes táctiles: pelotas de pinchos, plastilina no tóxica, objetos con texturas suaves o rugosas.
- Elementos visuales: botellas sensoriales, juguetes con luces suaves o figuras con movimientos repetitivos.
- Herramientas auditivas: pequeños instrumentos, juguetes musicales, auriculares con cancelación de ruido.
- Fidgets y juguetes antiestrés: ideales para canalizar la ansiedad en situaciones nuevas o estresantes.
- Olor y gusto (con precaución): algunos niños se regulan con olores familiares (un pañuelo con esencia suave) o texturas alimentarias.
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¿Dónde y cuándo usarlo?
Un kit sensorial es útil en cualquier situación que pueda generar ansiedad o sobrecarga:
- En el aula, para ayudar en la concentración.
- Durante los viajes o desplazamientos largos.
- En visitas médicas o entornos nuevos.
- En casa, como parte de una rutina de autorregulación diaria.
Es importante que el kit esté al alcance del niño y que él mismo pueda decidir cuándo usarlo. Eso refuerza su autonomía y su capacidad para reconocer sus necesidades.
¿Es lo mismo un kit sensorial que un kit de integración sensorial?
No exactamente. Un kit sensorial es un recurso de apoyo. Un kit de integración sensorial suele estar diseñado por un terapeuta ocupacional y se basa en actividades más estructuradas. Ambos pueden complementarse, pero no sustituyen la intervención profesional.
Conclusión: más que juguetes, una herramienta de comprensión
Cuando hablamos de kits sensoriales, no hablamos solo de juguetes. Hablamos de herramientas que ayudan a nuestros hijos a sentirse seguros en un mundo que muchas veces no está hecho a su medida.
Y también hablamos de algo más profundo: de observar, de escuchar, de entender lo que cada niño necesita. Porque como padres, eso es lo más valioso que podemos hacer.




