El juego es una actividad fundamental en el desarrollo de todos los niños, y su importancia es todavía más clave cuando hablamos de niños con autismo. Como padres de un niño con autismo, sabemos que no siempre es fácil lograr una relación natural y equilibrada entre nuestros pequeños y los juegos. Por eso, hemos pensado que sería de utilidad repasar cómo el juego y los juguetes son relevantes en el desarrollo de nuestros pequeños y os propondremos algunos consejos y estrategias para fomentar un entorno lúdico y de aprendizaje positivo.
El juego es una gran oportunidad de aprendizaje efectiva y satisfactoria para niños y padres
El Papel Esencial del Juego en el Desarrollo Infantil
Terapeutas, psicólogos y otros profesionales usan el juego y algunos juguetes como recursos útiles para conectar y potenciar el desarrollo de algunas áreas concretas de nuestros pequeños. ¿Sabes por qué?
Pues es debido a que el juego es una expresión vital del ser humano y una herramienta fundamental para el aprendizaje. A través del juego, los niños se relacionan con su entorno, aprenden a socializar, desarrollan su creatividad e imaginación, y experimentan momentos de diversión y satisfacción. Es la manera en que los niños aprenden sobre el mundo, desarrollan relaciones sociales y se expresan.
Pero como padres sabemos que conectar a través del juego no siempre es fácil. En el caso de nuestro hijo, cuándo le pasábamos la pelota para que jugase con nosotros, el sencillamente la dejaba pasar. Es solo un ejemplo sencillo del reto que como padres tenemos a diario. Casi con toda seguridad, y para algunas características de los juegos deberemos insistir e incidir en su acercamiento y aprendizaje para superar las dificultades en la comunicación e interacción social. Por eso os animamos a que cuando leáis este artículo, nos expliquéis alguna estrategia exitosa que hayáis tenido y así poder ampliar esta guía con vuestra ayuda.
Beneficios del Juego
Antes de entrar al detalle sobre las peculiaridades y especificaciones de los juegos para niños con Trastorno del Espectro Autista, es importante remarcar cuáles son los beneficios del juego. Aunque para mi, el más importante no suele estar en ninguna lista elaborada por psicólogos y terapeutas pero que es fundamental. Con o sin trastorno, son niños. Y como cualquier niño, quieren ser felices, disfrutar, reír. Y el juego es un facilitador de estas sensaciones positivas y tan necesarias para cualquier niño.
En este sentido, si queremos realizar trabajo específico de algún área a desarrollar, es evidente que será más efectivo e interesante para el niño si lo hace a través del juego, que no hacerlo desde un acercamiento aburrido.
Y ahora sí, repasemos cómo el juego bien dirigido y con actuaciones positivas tienen una serie de beneficios clave en el desarrollo de nuestros niños:
- Desarrollo Cognitivo: Mejora la inteligencia, memoria, atención y habilidades de planificación. Durante el juego, los niños se enfrentan a desafíos que requieren el uso de estas funciones mentales. Por ejemplo, al construir con bloques, deben planificar sus estructuras, recordar sus pasos anteriores y concentrarse en la tarea.
- Desarrollo Social: Fomenta habilidades como compartir, colaborar, prestar, ceder, liderar y confrontar. Jugar con otros niños enseña a los pequeños a manejar la interacción social, resolver conflictos y trabajar en equipo. Un simple juego de roles, como jugar a ser médicos y pacientes, puede enseñar empatía y habilidades de comunicación.
- Desarrollo Físico: A través de actividades como correr, saltar y manipular objetos. El juego físico ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades motoras gruesas y finas, la coordinación y la fuerza. Saltar la cuerda, por ejemplo, mejora la coordinación ojo-mano y fortalece los músculos.
Características del Juego en Niños con Autismo
El juego en niños con autismo puede diferir significativamente del juego en niños neurotípicos. Estas diferencias pueden incluir:
- Manipulación Simple de Objetos: Los niños con autismo a menudo giran o alinean objetos con fines autoestimulatorios. Este tipo de juego puede parecer repetitivo y sin sentido, pero cumple una función importante para ellos, proporcionando una forma de autoestimulación y regulación sensorial.
- Falta de Implicación Emocional: Prefieren juegos físicos como cosquillas, persecuciones y balanceo, aunque algunos pueden evitar el contacto físico. Estos juegos pueden ser una manera de buscar estímulos sensoriales que les resultan placenteros, pero también pueden reflejar una desconexión con las emociones y la interacción social típica durante el juego.
- Preferencias Sensoriales: Se sienten atraídos por juguetes que implican habilidades visoespaciales, como rompecabezas, y juegos repetitivos y obsesivos. Los niños con autismo pueden tener una percepción sensorial diferente, lo que los lleva a preferir juguetes que les proporcionen una estimulación visual o táctil específica.
- Juego Funcional y Simbólico Limitado: Pueden mostrar estereotipias, contenido limitado y falta de flexibilidad e imaginación en el juego simbólico. Mientras que otros niños pueden usar una caja para imaginar que es un coche, los niños con autismo pueden tener dificultades para hacer estas conexiones simbólicas.
- Dificultades para Respetar Turnos y Reglas: Problemas para entender conceptos como ganar o perder, y demostrar adecuadamente estas emociones. En juegos estructurados, como los de mesa, pueden tener problemas para seguir las reglas y manejar las emociones asociadas con la competencia.
Estrategias para Fomentar el Juego en Niños con Autismo
Todas las personas que tenemos relación con niños TEA sabemos que para que una estrategia tenga éxito, debemos adaptar al máximo el juego a las peculiaridades particulares del niño. Por eso, siempre hay que realizar una planificación previa antes de iniciar un juego por primera vez.
Crear un Entorno Adecuado
Delimitar Áreas de Juego: Establecer un espacio específico para el juego que se distinga claramente de las zonas de trabajo. Esto ayuda a los niños con autismo a comprender que existen momentos y lugares específicos para cada actividad, lo que puede reducir la ansiedad y aumentar la concentración en el juego.
Aumentar el Interés por los Juguetes: Seleccionar juguetes que se alineen con las particularidades sensoriales del niño. Los juguetes que emiten sonidos suaves, luces intermitentes o que tienen texturas interesantes pueden ser particularmente atractivos. Es importante observar las preferencias del niño y elegir juguetes que puedan captar y mantener su interés.
Seguir los Intereses del Niño: Partir siempre de los intereses del niño y seguir su liderazgo en el juego. Si un niño muestra una fascinación por los dinosaurios, incorporar estos temas en las actividades de juego puede aumentar su participación y disfrute. Esto no solo hace el juego más atractivo para el niño, sino que también puede facilitar el aprendizaje de nuevas habilidades.
Interacción y Participación
Jugar con el niño : Participar en lo que el niño está haciendo y hacerlo interactivo. Si el niño está alineando coches, los padres pueden unirse a esta actividad y agregar elementos adicionales, como construir una pista para los coches. Esto puede ayudar a extender el tiempo de juego y hacer que sea una experiencia compartida.
Hay que tener en cuenta que cada niño tiene sus propias peculiaridades, y es fundamental que el cuidador sepa cómo lograr esa conexión con el niño que será de gran ayuda para ampliar el tipo de juego.
Establecer Interacciones positivas: Crear situaciones que sean motivantes y placenteras. Por ejemplo, usar juguetes que impliquen una respuesta social, como juegos de “cucú”, puede incentivar la interacción social y la reciprocidad emocional. Estas actividades deben ser diseñadas para ser agradables tanto para el niño como para el adulto.
En el caso de mi hijo, le encantan los libros con pictogramas. Y tiene uno muy especial: El libro de la Selva. Hemos establecido un juego en el que voy leyendo y según que pictogramas él debe hacer un sonido, como por ejemplo, el aullido cuando sale la familia de lobos que acoge a Mowgli.
Utilizar Variaciones en la Voz y Gestos: Exagerar las gesticulaciones faciales y corporales para resultar un compañero atractivo de juego. Cambiar el tono y volumen de la voz puede captar la atención del niño y hacer el juego más dinámico y emocionante. Estas técnicas pueden ayudar a los niños con autismo a aprender a interpretar las señales sociales y emocionales.
En nuestro caso particular, a nuestro hijo Andrés le entusiasma las exageraciones gestuales y vocales. Tanto es así, que en muchas ocasiones tan solo con este tipo de juegos le logramos cambiar su estado de malestar y nerviosismo. Así que… cuidadores, nos toca sacar nuestra mejor versión de actores y actrices.
Enseñanza a Través del Juego
Diversificar juguetes y temas: Introducir gradualmente nuevos juguetes y temas de juego. La variedad en los juguetes y temas puede ayudar a evitar la rigidez y fomentar la flexibilidad en el juego. Presentar un nuevo juguete de manera gradual y relacionarlo con los intereses existentes del niño puede facilitar la transición.
Para facilitaros esta variedad en los juguetes, os recomendamos que os paséis por nuestra web en la que hemos hecho una selección de juguetes para niños con autismo según el área a desarrollar o la edad del pequeño.
Fomentar el Juego con otros niños: Programar salidas a lugares donde hayan más niños u organizar actividades en grupo. Interactuar con otros niños en un entorno controlado puede enseñar habilidades sociales y mejorar la capacidad del niño para jugar en grupo. Organizar juegos en casa con hermanos o amigos cercanos también puede ser beneficioso.
En este aspecto, Autismo España agrupa y representa a 188 entidades, 90 socias y 98 vinculadas, lo que podría ser una gran fuente de opciones de salidas con más niños.
Enseñar a jugar solos: Fomentar la autonomía en el juego. Es importante que los niños con autismo también aprendan a disfrutar del tiempo a solas. Proporcionar juguetes que puedan usar independientemente y enseñarles cómo iniciar y mantener el juego sin ayuda puede aumentar su independencia.
A nuestro hijo le encantan los puzzles. Es un juego ideal para poder fomentar esa autonomía.
Adaptaciones y Apoyos
Implementar adaptaciones visuales: Utilizar elementos visuales como pictogramas y desglosar el juego en partes más manejables. Los niños con autismo a menudo responden bien a las señales visuales, como cuadros de horarios o instrucciones paso a paso. Estas herramientas pueden ayudarles a comprender mejor las reglas del juego y a seguir las secuencias necesarias.
Introducir habilidades sociales mediante el Roleplay: Usar elementos que identifiquen personajes y fomentar la expresión emocional. Juegos de roles donde los niños actúan como diferentes personajes pueden ser útiles para enseñar habilidades sociales y emocionales. Incorporar historias que el niño pueda relacionar con su vida diaria puede hacer el juego más natural y provechoso.
Recapitulando: juego y desarrollo
El juego puede ser muchas cosas. Puede ser diversión, pero también puede ser un ensayo cognitivo y también una forma de expresar simbólicamente contenidos que los niños no pueden verbalizar directamente. Es crucial prestar atención a las actividades que motivan al niño y proponer juegos que, aunque no sean convencionales, abran círculos comunicativos y fomenten el aprendizaje.
En conclusión, esperamos que esta guía pueda ser una ayuda para que jugar con un niño con autismo sea una experiencia placentera y significativa tanto para el niño como para el adulto. La clave está en considerar cualquier espacio de juego como un espacio de aprendizaje, donde cada interacción tiene el potencial de contribuir al desarrollo del niño en múltiples aspectos.