Todavía recuerdo un verano en que nuestro hijo fue encadenando una serie de crisis que nos afectó mucho como núcleo familiar: tanto al niño como padres en conjunto e individualmente como personas. Son situaciones que son realmente impactantes y te invade una serie de sentimientos que son difíciles de manejar de una forma adecuada. Hoy en día, las crisis de nuestro hijo son puntuales y estamos, como padres, más preparados para atenuarlas e incluso evitarlas gracias a que hemos ido aprendiendo. Por eso, me gustaría explicaros a cómo actuar frente a una crisis en niños con Autismo.
Las crisis en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden ser momentos desafiantes y emocionalmente intensos tanto para el niño como para sus padres. Comprender las causas, aprender a manejarlas y, sobre todo, prevenirlas, es esencial para promover el bienestar del niño y de toda la familia.
¿Qué es una Crisis en el Contexto del Autismo?
Como padres, es fundamental distinguir entre un berrinche y una crisis autista. Si bien hay algunos elementos en común que podría confundirnos si nos basamos en el comportamiento del niño, hay claramente diferencias que debemos conocer y distinguir para poder actuar en consecuencia.
Mientras que un berrinche es una manifestación conductual donde el niño busca obtener algo y, al no conseguirlo, no controla sus emociones, una crisis autista es una respuesta involuntaria a una sobrecarga sensorial o emocional. Según Autismo Diario, “Un berrinche debe ser entendido como un aspecto puramente conductual, donde el niño desea algo y al no conseguirlo no controla sus emociones”
Sin embargo, una crisis es muy diferente a un berrinche. Vamos a utilizar una definición bastante acertada de ITA en la que explica una crisis como “un episodio de una reacción de frustración temporal o una sobreestimulación sensorial abrumadora (olores, ruidos excesivos, demasiadas luces…) que deriva en una situación de colapso o de pérdida de control temporal y puede afectar a cualquier persona en el espectro autista”. Instituciones, especialistas y expertos lo denominan como meltdown.
En este contexto, hemos creado tres artículos que se habla específicamente de algunos episodios relacionados con el autismo:
Estrategias para Manejar una Crisis
Pongámonos en materia, que seguro estás deseando llegar a este punto: Cómo actuar frente a una crisis en niños con Autismo. Cuando una crisis ocurre, es crucial que los padres actúen con calma y empatía. Eso sería el principio de todo. Y lo vamos a ir repitiendo porque de verdad que es fundamental. Por el bien del niño o la niña y, también, por tu propio bien, padre o madre que estás leyendo estas líneas.
Este primer consejo, deberías tatuártelo en la piel. No exagero, sé muy bien lo que digo, sobre todo, cuando esas crisis suceden en un entorno público, en la calle o en una reunión con más personas. A la preocupación de ver a tu peque así, se le suman las miradas, la curiosidad e incluso las palabras de quienes juzgan sin saber.
Estas son las recomendaciones clave respaldadas por expertos:
Mantener la Calma: Los niños con autismo pueden ser muy sensibles a las emociones de quienes los rodean. Mantener una actitud serena puede ayudar a reducir la intensidad de la crisis. Recuérdalo.
Crear un Entorno Seguro: Asegúrese de que el niño esté en un lugar donde no pueda lastimarse a sí mismo ni a otros. Retira objetos peligrosos si es necesario y mantén la alerta sobre situaciones peligrosas.
Utilizar Técnicas de Regulación Sensorial: Algunas actividades pueden ayudar al niño a regular sus sentidos y emociones. Por ejemplo, ofrecerle un objeto suave para apretar como algunos juguetes antiestrés o permitirle balancearse suavemente puede ser beneficioso.
Comunicación Sencilla y Directa: Use frases cortas y claras para comunicarse. Evite largas explicaciones que puedan abrumar al niño. En ese momento, el niño está saturado de estímulos. No es el momento.
Respetar el Espacio Personal: Algunos niños pueden necesitar espacio durante una crisis. Observe y respete sus señales, acercándose solo cuando sea apropiado. Esto muchas veces es difícil de conseguir, ya que inmediatamente queremos abrazarle e intentar calmarle. No a todos los niños les resulta beneficioso.
La Importancia de la Prevención
Aunque es esencial saber cómo actuar durante una crisis, la prevención es la clave para reducir su frecuencia e intensidad. Así lo dice, Anabel Cornago, experta en autismo y referencia para muchos padres: “El verdadero cambio está en la prevención. Porque no se trata solo de gestionar la crisis cuando estalla, sino de comprender, anticipar y actuar antes de que suceda”.
Para ello, se recomienda:
Identificar Desencadenantes: Preste atención a las situaciones que preceden a una crisis. ¿Hay patrones o estímulos específicos que la provocan?
Adaptar el Entorno: Modifique el entorno para minimizar los desencadenantes. Por ejemplo, si el ruido es un factor, considere el uso de auriculares con cancelación de ruido.
Establecer Rutinas Predecibles: Las rutinas proporcionan seguridad. Mantener horarios consistentes puede ayudar al niño a sentirse más seguro y reducir la ansiedad.
Fomentar la Autodeterminación: Involucre al niño en la toma de decisiones cuando sea posible. Esto fortalece su sentido de control y puede reducir la aparición de crisis.
Basada en nuestra experiencia: esta estrategia es básica: la prevención. En nuestro caso, sabemos que nuestro hijo necesita de las rutinas. Y en los momentos en los que no existen, las vacaciones, tenemos que hacer un esfuerzo extra en avanzarle las actividades del día. Avanzarle la rutina del día con pictogramas le ha permitido sentirse más seguro en esos meses tan complicados.
Herramientas de Apoyo: Juguetes para Manejar y Prevenir Crisis
En juguetesazules.com, se ofrece una variedad de juguetes diseñados para ayudar a los niños con autismo a regular sus emociones y prevenir crisis. Algunos de los más destacados incluyen:
- Juguetes Sensoriales: Estos juguetes, como pelotas antiestrés, slime y juguetes táctiles, ayudan a calmar y regular las emociones, mejorando la concentración y proporcionando una salida para la energía acumulada.
- Juguetes de Motricidad: Rompecabezas y juguetes de encaje de piezas que desarrollan habilidades motoras finas y gruesas, fomentando la coordinación mano-ojo y la destreza manual.
- Juguetes Musicales: Instrumentos como xilófonos, maracas y tambores que permiten a los niños expresar emociones y mejorar su capacidad de comunicación, además de tener un efecto calmante.
- Juguetes Relajantes: Mantas pesadas, cojines de masaje y peluches con peso que proporcionan estimulación sensorial profunda, ayudando a reducir la ansiedad y mejorar la regulación emocional.
- Juguetes de Estimulación Temprana: Gimnasios de actividades, sonajeros y bloques de construcción que estimulan los sentidos y favorecen la coordinación mano-ojo desde una edad temprana.
Estos juguetes no solo proporcionan entretenimiento, sino que también son herramientas terapéuticas que contribuyen al desarrollo y bienestar de los niños con autismo.
El Papel de los Padres
La formación y el apoyo a los padres son fundamentales. Como padres debemos aceptar el reto que nos ofrece este trastorno. Y uno de los más complicados es saber cómo actuar frente a una crisis en niños con Autismo. El conocimiento y la formación son dos aliados que permitirán mejorar la calidad de vida de nuestros hijos. Y con formación hablamos de cosas sencillas de realizar como participar en talleres, grupos de apoyo y consultar con profesionales especializados puede proporcionar herramientas y estrategias efectivas.
Manejar y prevenir crisis en niños con autismo es un desafío que requiere comprensión, paciencia y estrategias adecuadas. Al identificar desencadenantes, adaptar el entorno y utilizar herramientas de apoyo, los padres pueden ayudar a sus hijos a navegar sus emociones y reducir la aparición de crisis. La prevención y la colaboración son esenciales para construir un camino hacia el bienestar y la armonía familiar.

