Hamacas y columpios relajantes

Hamacas y columpios relajantes

Si lo pensamos bien, tiene todo el sentido del mundo que para los niños (y no tan niños) balancearse en un columpio o una hamaca tenga un efecto tan placentero. No en vano, nos pasamos durante 9 meses balanceándonos en el vientre de nuestra madre. Las hamacas y columpios relajantes siempre han estado muy presentes en nuestras vidas, especialmente de niños.

Cuando pensamos en una hamaca o un columpio, a menudo visualizamos momentos de relajación, risas suaves o la simple alegría del balanceo. Pero para los niños con autismo, estos elementos pueden convertirse en algo mucho más: herramientas de calma, conexión y desarrollo sensorial.

Imagina esto: después de un día lleno de estímulos, ruido y actividades, tu hijo se relaja en una hamaca que instalaste en la sala de estar. El suave movimiento de vaivén lo envuelve, acompañado del ritmo pausado de una canción infantil. ¿El resultado? Un momento de tranquilidad para él y un pequeño respiro para ti.

Si estás buscando formas de reconectar con tu pequeño, aliviar momentos de crisis o simplemente brindarle una experiencia sensorial enriquecedora, sigue leyendo. Vamos a explicar cómo las hamacas, columpios y otros juegos de balanceo pueden convertirse en grandes aliados.

Esto lo hemos experimentado en primera persona. Desde hace unos meses, instalamos una hamaca con soporte en el salón comedor de casa. Sí, tuvimos que adecuar el espacio para que tuviera

¿Por qué el balanceo es tan bueno para ellos?

Tal y como decíamos antes, desde antes de nacer, los bebés pasan nueve meses balanceándose en el vientre materno. Este movimiento natural no solo es placentero, sino que también tiene efectos calmantes que persisten más allá de la infancia. Para los niños con autismo, las hamacas y columpios relajantes con su balanceo puede ser una herramienta clave para:

  • Fomentar la coordinación y el equilibrio: Actividades como usar una hamaca estimulan la psicomotricidad, algo esencial en su desarrollo.
  • Reducir la ansiedad: Los movimientos rítmicos y constantes generan una sensación de seguridad y calma, actuando como un “reset” para sus emociones.
  • Ofrecer estimulación sensorial adecuada: Para algunos niños, el balanceo puede ser una experiencia sensorial reguladora, ayudándolos a procesar mejor su entorno.

Hamacas en casa: el refugio perfecto

No necesitas un jardín enorme para instalar una hamaca. Una esquina de tu salón comedor o salón de estar puede transformarse en un espacio único. En nuestra experiencia, una hamaca en casa ha ayudado a mejorar la situación en muchos días difíciles.

En Juguetes Azules te ofrecemos una gran variedad de hamacas sensoriales y relajantes para nuestros niños con autismo. Hay de diferentes medidas y características, siempre pensando en la posibilidad de poder ser utilizada también en nuestros hogares.

Consejos para usarla al máximo:

  • Crea un ambiente tranquilo: Combina el balanceo con canciones suaves, sonidos relajantes o incluso un peluche que tu hijo adore.
  • Integra el contacto físico: Si la hamaca lo permite, siéntate con tu hijo en ella. Este momento de cercanía fortalece su sentido de seguridad y mejora la conexión emocional.
  • Juegos creativos: Desde acurrucarse hasta jugar a ser un avión, las posibilidades son infinitas. ¡Todo vale si ambos están disfrutando!

Columpios: más que diversión

Si tienes espacio en el jardín o acceso a un parque cercano, un columpio puede convertirse en el lugar favorito de tu hijo. Andrés, por ejemplo, adora ir al parque a columpiarse al aire libre. Ese vaivén le proporcionaba no solo calma, sino también un momento para desconectar del bullicio de su entorno.

En cierto modo, el columpio ha creado y forjado una relación íntima entre mi hijo y su abuelo. Casi todos los sábados por la mañana, abuelo y nieto se van al parque y el pequeño solo quiere columpiarse una y otra vez, mientras su abuelo le canta o le dice ñoñerías para hacerle reír.

Un consejo útil

Si tu hijo tiende a tener crisis en lugares públicos, busca parques menos concurridos o ve en horarios tranquilos. Estos espacios pueden convertirse en un oasis de calma para ambos.

Por fortuna, cada vez más los órganos públicos son más conscientes de los grandes retos que tenemos los padres con autismo y ponen parques inclusivos para niños con autismo, que están pensados para dar prioridad a niños con una sensibilidad tan especial como los niños TEA.

Pero otro aspecto que puede ser muy interesante es la adaptación de nuevos columpios interiores como los puedes encontrar en Juguetes Azules. Son columpios que aprovechan el marco de las puertas para poder sujetar de forma segura el soporte para el columpio. Si todavía no lo conocías, puedes verlo en la imagen y hacer >CLICK AQUÍ< para ver más características.

Gimnasio Infantil de Interior con Columpio y Escalera

Otros aliados: pelotas gigantes y más

No todo tiene que ser hamacas y columpios. Una pelota de gimnasia también puede ser un gran aliado. Siéntate con tu hijo encima de ella, rodando suavemente hacia adelante y atrás. Este movimiento no solo lo relaja, sino que también trabaja su equilibrio y coordinación.

En nuestro caso, estas pelotas fueron un recurso clave durante el embarazo y continuaron siendo útiles después. Al principio, usábamos la pelota para preparar nuestro cuerpo; luego, descubrimos que también eran una herramienta increíble para nuestro niño.

Algunas ideas de uso:

  • Sienta a tu hijo y cántale mientras lo balanceas suavemente.
  • Rueda con cuidado para que experimente diferentes movimientos y sensaciones.
  • Convierte la actividad en un juego: “¿Puedes mantenerte sentado si te muevo así?”.

Hamacas y columpios relajantes para todos

Al final del día, estas actividades no solo benefician a tu hijo, sino que también son una oportunidad para que tú respires y disfrutes. Si eres mamá o papá de un niño con autismo, sabes que encontrar momentos de paz puede ser todo un desafío. Estas herramientas son como pequeños bálsamos para esas jornadas agotadoras. Las hamacas y columpios relajantes son un aliado para todos.

Recuerda que no se trata de hacerlo perfecto. Habrá días en que tu hijo no quiera saber nada de la hamaca o el columpio. Y está bien. La clave está en observar, escuchar y ofrecer opciones. Porque, al final, cada momento de conexión cuenta.

¿Tienes una hamaca en casa o estás pensando en instalar una? Si ya la usas, ¡cuéntanos tu experiencia con hamacas y columpios relajantes! Estamos seguros de que hay historias que merecen ser escuchadas y que nos encantaría que compartieses.

Este artículo no solo busca darte ideas, sino también recordarte que estás haciendo un trabajo maravilloso. Y si un columpio, una hamaca o una pelota pueden hacer tu día un poco más fácil, vale la pena intentarlo. ¡El balanceo siempre encuentra la forma de calmar el caos que a veces es nuestra vida!

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